Muchas veces la opción terapéutica debe incluir la indicación de una cirugía. El acto
quirúrgico implica un
proceso que va desde la prescripción del mismo en la consulta, la realización de los estudios prequirúrgicos
necesarios, la cirugía propiamente dicha y el protocolo de recuperación y rehabilitación específico.
Disponemos de diferentes tipos de cirugías de acuerdo a cada paciente y lesión en
particular:
Cirugía Abierta Tradicional: mediante una incisión en la piel y una manipulación precisa de
los diferentes tejidos
de la zona se repara a “cielo abierto” una lesión determinada. Se utiliza para fracturas, luxaciones e
inestabilidades, tumores y lesiones nerviosas.
Cirugía Mini Invasiva: por pequeñas incisiones, que no superan los 2 cm, y apoyado por
imágenes en vivo o
microscopia (lupas), se llevan a cabo diferentes técnicas quirúrgicas que permiten resolver patologías específicas
con un mínimo de agresión a los tejidos sanos y con cicatrices muy pequeñas. Son ejemplo de esta técnica: síndrome
del túnel del carpo, lesión del manguito rotador, fracturas determinadas.
Artroscopia: por medio del uso de cámaras de video e instrumental específico y con
incisiones que van de 2 a 10 mm
se realizan diferentes operaciones que normalmente afectan articulaciones como el hombro, codo o muñeca. Son
ejemplos de estas cirugías las lesiones del tendón del bíceps, el manguito rotador o la inestabilidad del hombro,
los cuerpos extraños y lesiones osteocondrales en codo y las lesiones ligamentarias y del complejo triangular en
muñeca.
Microcirugía: cuando las estructuras a reparar son tan pequeñas que necesitan de lupas,
microscopios e instrumental
se lleva a cabo una microcirugía, donde por ejemplo los hilos utilizados son mas finos que un cabello. Se utiliza
para lesiones nerviosas y vasculares asociadas principalmente a traumas o reconstrucciones plásticas
microquirúrgicas.